El viejo y el mar
El viejo y el mar, Ernest Hemingway
Trama Un viejo lleva sin pescar ningún pez ochenta y cuatro días y, es por ello, que al día ochenta y cinco va en busca de uno muy grande. El libro narra todo su viaje.
Valoración personal Bueno, visto así casi que parece "Buscando a Nemo", pero no es así. La películas es para niños, para que se lo pasen muy bien y sean felices, se rían con el tiburón, las tortugas y la memoria de Dory. Con el libro, uno no sabe si echarse a llorar de desesperación, dejar el libro aparcado un par de horas (lo más recomendado por mi parte) o dormirse de aburrimiento.
Afortunadamente, el libro es corto, porque nunca he leído un libro tan aburrido (bueno sí, aquel titulado "La selva de los números" que no llegué a terminar) y tan pesado. Fui a leerlo porque había oído hablar de él infinidad de veces, pero me decepcionó muchísimo.
Desde mi punto de vista, gran parte de la obra es relleno. En lugar de ser una novela de ochenta páginas, podría haber sido un relato de veinte que tuviese los mismos sentimientos, enseñanzas e historia. Nada más.
Habría sido muchísimo mejor (y también si Hemingway no se repitiese tanto, en mi vida he leído tantas veces las palabras "pez", "viejo", "mar", "sedal", "mano", "rollo", "pequeño bonito", "bote" y un larguísimo etcétera).
Y, sin embargo, a pesar de todas las quejas que acabo de escribir, puedo llegar a entender por qué es un premio Nobel. En el fondo es bonito, aunque el final es cruel y está bien si no eres el pez, o si no eres el viejo.
Trama Un viejo lleva sin pescar ningún pez ochenta y cuatro días y, es por ello, que al día ochenta y cinco va en busca de uno muy grande. El libro narra todo su viaje.
Valoración personal Bueno, visto así casi que parece "Buscando a Nemo", pero no es así. La películas es para niños, para que se lo pasen muy bien y sean felices, se rían con el tiburón, las tortugas y la memoria de Dory. Con el libro, uno no sabe si echarse a llorar de desesperación, dejar el libro aparcado un par de horas (lo más recomendado por mi parte) o dormirse de aburrimiento.
Afortunadamente, el libro es corto, porque nunca he leído un libro tan aburrido (bueno sí, aquel titulado "La selva de los números" que no llegué a terminar) y tan pesado. Fui a leerlo porque había oído hablar de él infinidad de veces, pero me decepcionó muchísimo.
Desde mi punto de vista, gran parte de la obra es relleno. En lugar de ser una novela de ochenta páginas, podría haber sido un relato de veinte que tuviese los mismos sentimientos, enseñanzas e historia. Nada más.
Habría sido muchísimo mejor (y también si Hemingway no se repitiese tanto, en mi vida he leído tantas veces las palabras "pez", "viejo", "mar", "sedal", "mano", "rollo", "pequeño bonito", "bote" y un larguísimo etcétera).
Y, sin embargo, a pesar de todas las quejas que acabo de escribir, puedo llegar a entender por qué es un premio Nobel. En el fondo es bonito, aunque el final es cruel y está bien si no eres el pez, o si no eres el viejo.
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